Carlos Salas Lincoln
martes, 7 de junio de 2011
jueves, 4 de noviembre de 2010
Fútbol Femenino
jueves, 13 de noviembre de 2008
lunes, 20 de octubre de 2008
Trabajo realizado por alumnos de 5 y 6 año
Mi sueño hecho realidad
En estos tiempos de guerra enarbolé hoy nuestro signo heroico porque pensé que sería muy importante tener un símbolo que represente al ejército y, además, nos diferencie de los españoles. Mi sueño es que, bajo el cielo azulado, esta bandera comience su viaje por montañas y mares de mi patria, donde se ha sufrido, donde se ha soñado, donde se ha luchado y donde se ha nacido.
Elegí los colores blanco y azul celeste de la escarapela que hace cuatro días entregué a mis soldados para distinguirnos de los españoles. Doña María Catalina Echevarría cosió el paño con dos franjas verticales, una blanca y la otra azul celeste. Aquí, en Rosario, junto a las barrancas del Río Paraná, a las seis de la tarde, después de inaugurar la batería Independencia, el soldado Cosme Marciel la izó por primera vez mientras dije estas palabras: “Esta será la nueva divisa con que marcharan al combate los defensores de la patria. Juremos vencer a nuestros enemigos interiores y exteriores, y la América del Sur será el templo de la Independencia y de la Libertad. En fe de que así lo juráis, decid conmigo:¡ Viva la Libertad!”.
Hoy no será una tardecita cualquiera porque es un día histórico. Es la primera vez que enarbolamos un pabellón propio.
Me alegro de corazón que mi patria esté representada con este símbolo de unión y que crezca de golpe para ser independientes y romper las cadenas que nos atan a los españoles. En ese momento soy dueño de todos mis sueños, durante mucho tiempo viví equivocado. Yo callé bastante tiempo.
Esta tarde ha sido emocionante, el sol se hunde en el fondo. ¡Qué atardecer diferente!
Manuel Belgrano, 27 de febrero de 1812
En estos tiempos de guerra enarbolé hoy nuestro signo heroico porque pensé que sería muy importante tener un símbolo que represente al ejército y, además, nos diferencie de los españoles. Mi sueño es que, bajo el cielo azulado, esta bandera comience su viaje por montañas y mares de mi patria, donde se ha sufrido, donde se ha soñado, donde se ha luchado y donde se ha nacido.
Elegí los colores blanco y azul celeste de la escarapela que hace cuatro días entregué a mis soldados para distinguirnos de los españoles. Doña María Catalina Echevarría cosió el paño con dos franjas verticales, una blanca y la otra azul celeste. Aquí, en Rosario, junto a las barrancas del Río Paraná, a las seis de la tarde, después de inaugurar la batería Independencia, el soldado Cosme Marciel la izó por primera vez mientras dije estas palabras: “Esta será la nueva divisa con que marcharan al combate los defensores de la patria. Juremos vencer a nuestros enemigos interiores y exteriores, y la América del Sur será el templo de la Independencia y de la Libertad. En fe de que así lo juráis, decid conmigo:¡ Viva la Libertad!”.
Hoy no será una tardecita cualquiera porque es un día histórico. Es la primera vez que enarbolamos un pabellón propio.
Me alegro de corazón que mi patria esté representada con este símbolo de unión y que crezca de golpe para ser independientes y romper las cadenas que nos atan a los españoles. En ese momento soy dueño de todos mis sueños, durante mucho tiempo viví equivocado. Yo callé bastante tiempo.
Esta tarde ha sido emocionante, el sol se hunde en el fondo. ¡Qué atardecer diferente!
Manuel Belgrano, 27 de febrero de 1812
martes, 16 de septiembre de 2008
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